¿A quién no se le antoja una deliciosa y cremosa pasta y con MUCHO MUCHO MUCHO queso? ¿y que sepa a queso de verdad y no en polvo? Esta es la receta per-fec-ta. Uno de los ingredientes especiales, es la PACIENCIA. Y un poco de habilidad para lograr hacer la salsa blanca (a mi me tomó un par de años aprender a hacerla, en serio).
INGREDIENTES:
- 1/2 barra de mantequilla o margarina
- 3 cucharadas de harina
- 1 litro de leche (o menos)
- 1 paquete de queso cheddar
- 1 paquete de macarones (pasta)
- sal
- nuez mosacada
- hojas de laurel
Preparar la pasta como se hace normalmente: en una olla con agua, sal, hojas de laurel y un poco de aceite dejar hervir, agregar la pasta y esperar a que esté cocida, suave o al dente, como la prefieran.
Para la salsa:
En una olla, a fuego medio, ponera a derretir la mantequilla y agregar la harina. Poco a poco integrar estos dos ingredientes hasta formar una especie de masa o una bolita. Una vez bien formada, bajar el fuego y agregar un poco de la leche (muy poca, sólo para “humedecer” la bolita) y mezclar bien, mejor si es usando un batidor. Cuando esta mezcla se vuelva a secar, agregar un poco más de leche y volver a mezclar. Repetir este paso, hasta que poco a poco se forme una mezcla bastante cremosa. Es importante no dejar de mezclar NUNCA para que no se formen grumos ni bodoques. No es necesario agregar el litro completo de leche, agregar hasta obtener la consistencia deseada. Cuando comience a hervir, esta salsa se irá espesando, así que no hay que preocuparse si la notan un poco líquida.
Cuando esté lista, apagar el fuego. Agregar sal y nuez moscada al gusto. Por último agregar el queso y mezclar bien hasta que este comience a derretirse.
Una vez lista la salsa, agregarla a la pasta y terminado! Macaroni and cheese, homestyle. ¡Espero que les guste!