Una historia de Cranberry Rice Crispies Treats

Había una vez una bolsa de marshmallows abierta la cual estaba muy triste porque pensó que sería desperdiciada…
Así que mientras caminaba por la calle de la amargura, se encontró con una caja a medias de Rice Crispies, una bolsa de cranberries en el congelador, también abandonada, y una barrita de mantequilla con problemas existenciales… y los cuatro ingredientes se hicieron muy amigos.

Decidieron que para hacer algo bueno por la humanidad y por el hambre de la familia Domínguez-Luttmann-Méndez-Solares debían combinarse y formar una deliciosa BOMBA de azúcar: habían encontrado la razón de su existir en este mundo.

Llenos de valentía, los marshmallos se sumergieron junto con la mantequilla en una olla caliente (a fuego medio) y lentamente se fueron derritiendo hasta formar un amalgama suave de amor.

Por otro lado todos los granitos de Rice Crispies se mezclaron con las cranberries y juntas y agarradas de la mano, esperaban con ansias ser bañadas por la blanca y chiclosa mezcla que venía de la estufa…

Y de repente… PLOCH! la mezcla se dejó caer sobre el cereal y los frutos y se comenzaron a mezclar con dificultad aunque sabían que al final, valdría la pena…


Ya todos juntos, bien pegados y llenos de confianza sabían que estaban llegando a la etapa final, la cual consistía pasar aproximadamente 1 ó 2 horas dentro del refrigerador para estar listos para ser degustados, pero esto los hacía sentir bien porque ya todos formaba un equipo, sus problemas de abandono y existencialismo se habían transformado en una razón para hacer sonreír a varias personas que realmente necesitaban un delicioso postre en sus vidas (para subir un par de libras de más).


Pero no contaban con que una vez estando listos para ser devorados, el malvado y hambriento gato Fabio se iba a aparecer para impedir que deleitaran las bocas de sus amos.

CONTINUARÁ…