¡Esta es definitivamente una de esas recetas improvisadas que son de lo mejor del mundo mundial! ¿Es pizza o no es pizza? Es. Deliciosa. Eso es lo que es. Con muchos (MUCHOS) quesos, cebollas y puerros ligeramente caramelizados, hierbas frescas del jardín y jalea de higos.
Lo que sí les digo, es que requiere paciencia y la masa, algo de práctica. El resto se va solito. Pero una vez logran hacer su propia masa de pizza, ya nada será igual. Van a querer comer pizza todas las semanas, improvisar y probar nuevas cosas y puedo asegurarles que no se compara con unos 30 minutos o gratis.
Más adelante prometo dedicar un post enfocado exclusivamente en la masa, pero por el momento, aquí les va la receta para 1 pizza. Si quieren más, solo dupliquen las medidas.
Tiempo de preparación: 2 horas y un poco más
Porciones: Una pizza (para 2 personas?)
Dificultad: Media
INGREDIENTES PARA LA MASA:
– 3/4 taza agua tibia
– 1 cucharada de levadura (búsquenla como Active Dry Yeast en el super mercado)
– 1/2 cucharadita y 1 cucharada de azúcar (por aparte)
– 1 1/2 tazas de harina
– 1/8 taza de aceite de oliva
– 1/2 cucharada de sal
TOPPINGS:
– 4 onzas de queso crema a temperatura ambiente
– 3 cucharadas de crema
– 1 taza de queso mozarella (o un poco más)
– 1 cucharadita de aceite de oliva
– 1 cebolla grande
– 2 puerros
– Vino blanco (2 cucharadas aprox.)
– Tomillo fresco
– Jalea de higos
– Sal y pimienta
– 1/3 taza de polenta o semolina
PREPARACIÓN:
En un bowl agregar el agua tibia (no les debe quemar al tocarla) y mezclarla con la 1/2 cucharadita de azúcar. Agregar la levadura y dejar reposar por 15 minutos aproximadamente. Verán que esta mezcla comienza a burbujear y tendrá una textura bastante extraña.
Luego a esta mezcla, agregar la harina, el aceite, la sal y la otra cucharada de azúcar. Batir o mezclar hasta que todo forme una mezcla chiclosa. Amasar un poco con la mano y luego cubrir con un limpiador, manto, plástico y dejar crecer la masa en un lugar a temperatura ambiente, no muy frío. La masa debe crecer hasta duplicar su tamaño.
Mientras tanto, poner a calentar el horno a 350°C.
Lavar los puerros y cortarlos en rodajas finas, cortar también la cebolla en juliana. Calentar el aceite de oliva en un sartén amplio y agregar las cebollas y puerro y a fuego medio/bajo saltear, hasta que poco a poco estos tomen un color tostado, cuidando no quemarlos. Agregar el vino y mezclar hasta que poco a poco todo tome una consistencia caramelosa. Agregar sal y pimienta al gusto, apagar el fuego y dejar a un lado.
Mezclar el queso crema y la crema, la idea es suavizar la mezcla hasta que quede con consistencia de salsa, cuidando que no quede muy líquida pero lo suficientemente manejable para usar sobre la masa.
Cuando la masa ya tenga el tamaño adecuado (o hasta donde la paciencia les de) en una superficie con suficiente harina, estirar del tamaño del molde donde la vayan a cocinar. Engrasar el molde con un poco de aceite de oliva y esparcir la polenta o semolina. Colocar la masa y estirar un poco más si es necesario.
Y por último, la magia: Agregar en orden la salsa blanca, las cebollas y puerros, el queso mozarella rallado, un poco de jalea de higos y por último la jalea de higos. Hornear durante aproximadamente 20 minutos y servir inmediatamente con una copa de vino blanco, frío.
Ahh, qué hambre!
Espero que les guste y si sí, ¡compartan!
